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Causa de la desesperación laboral, económica y financiera (?) las diferentes disciplinas (o mejor dicho los que las ejercen) pasan a dejar su función, su fin, a un segundo plano, para volcarse de lleno al lucro.
El otro día pensaba por un lado lo bárbaros que son algunos periodistas, lo patéticos que son otros. Ámbito donde se mezcla lo importante con lo que vende y con lo que se puede y no se puede decir.
Empezamos por definir (por lo menos a mi entender) cuál es la función de un periodista. El periodista como voz del pueblo, tiene que indagar, desentrañar, investigar, llegar al fondo del asunto, publicar, dar a conocer y/o denunciar los hechos que a ese pueblo del cual es voz le interesen, le incumban, lo transformen. Sin embargo claro, no es eso lo que pasa... en vez de periodistas capaces, desafiantes y osados abundan los bárbaros y los patéticos, los incapaces y los inútiles.
Los bárbaros: ¿no es de bruto, fiero, cruel, grosero y tosco preguntar a una pobre mujer que se le acaba de morir el hijo en una balacera entre narcotraficantes "¿y usted cómo esta?" "¿era su hijo un buen chico? ¿tenía relación con los narcotraficantes?" mientras ella en medio de llantos apenas llega responder las absurdas preguntas del bárbaro?. Sin desmerecer la vida del pobre chico, ¿por qué el tipo no se pone a investigar sobre la causa de los tiroteos, los curros entre estado-policía-narcotráfico?... es que claro, mucho más fácil es preguntar a una indefensa y devastada mujer qué era de su hijo muerto.
Los patéticos, los inútiles: los faranduleros. Creo que no hay nada menos productivo que los periodistas de la farándula: Vivi Canosa y sus "Profesionales de Siempre", Joggy Rial y sus "Intrusos", entre otros. Los que de una bola de nieve hacen una abalancha, que de una piñata hacen una guerra. Los que autocrean los problemas para subsistir, los que crean polémicas absurdas (que llegan a trascender fronteras) para aumentar el "rating", algo así como la escala de Richter, pero que en vez de calcular el nivel de intensidad de terremotos calcula el nivel de intensidad de la idiotización social: cuántos giles/as se cuelgan viendo esas... no sé, se torna innombrable el asunto.

Con tanta cosa que hay para dar a conocer. Que no sé, que me entero por otra gente y digo "¿por qué carajo no pasan esto en la tele?!", que etcéteras.
En fin, no sé a qué viene esto... ¿a que abramos los ojos tal vez? ¿a que nos demos cuenta de que la realidad que nos pintan no es la realidad real? ¿a que nos demos cuenta que la "realidad" esta manipulada?... Sí, tal vez sea eso...